sábado, 16 de febrero de 2008

Apuesta.

No vuelvas a apostar porque has fallado.
Ya has echado todo a la suerte.
Al precario instante de una moneda para que destinos
como el nuestro se acomoden.
Para que dos cara asienten su desigualdad.

No vuelvas a dejar en manos del tiempo
certezas que pisan los ojos.
Miradas que casi todo lo pueden.
Menos el acuerdo.
Menos el regaño.

A veces tu cara es una,
a veces dos.
A veces me muevo como bola de ruletapara depositarte mi confianza.
Para dedicarte mis horas lúcidas.

Pero este tormento insospechado que tu nombre
me produce, me aleja.
Aflojas estrellas que caen hacia mares baldíos.
Mares perdidos.

Podría entusiasmarme con tus labios de alquitrán.
Con tus besos escondidos.
Pero no. Ya no.
Dime donde no estás que allí estaré.

Soy libre.
No apuestes.

No hay comentarios: