sábado, 16 de febrero de 2008

Mojados.

Desnuda te quiero.
Sin nada mas sensual que la indumentaria de tu piel.
Sin nada que esconder.
Con tus caderas besando mis labios.

Mójame.
Te estoy rastreando.
Mójame con el agua que no usas.
Con el agua que retienes. Que no bebes.

Mójame y libérate.
Y no me seques.
No me limpies.
No me quites de encima.

¿Arde mi lengua? A mi me quema.
Mójame más.
Continúa mojando mi nariz. Mis dedos.
Estamos solos. Nadie nos mira.
Así...

Ahora hay sabor a tí...
Ahora podemos mirarnos sin pavor...
Ahora podemos entendernos...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Nada más maravilloso que el agua, de la forma que se elija, y de ella lo que se haga.
Me eriza la pie,l es cautivante, la leo y la releo, psiqué dice:_ Dale te averguenza? Si nadie nos mira.- Besos, seguí por ahí, como siempre.-Exitos poeta.-

Anónimo dijo...

Minuciosa, pura, tranquila, ardiente. Responde a E. From en el Arte de Amar, cuàndo pregunta:..¿Puede aprenderse algo acerca de la pràctica de un arte, excepto practicàndolo?. Adelante!, seguìs creciendo a pasos agigantados. Besis